Cunde el terror por la ciudad.
Cunde el terror por la ciudad:
Calle a calle recoge a los sumisos,
casa a casa anota sus pesquisas.
Escucho sus pisadas, ¡han llegado!
Lo presiden puntillosos detectives.
Escrutan los sabuesos.
Tilín tilín… ya entran.
Mar adentro, me escondo
¡la basuuuraaa!
Tartamudea la sangre,
¡están aquí!…
“Nombre y actividad del sospechoso”.
El camión se pierde en el hastío del boulevard,
destilando fétidos olores,
y con ellos, el último
estertor
de mis despojos.